Comunicando Amor
¿Sabías que te amo?, esta es la frase con la que finalizo cada madrugada mi programa de radio. Es el agradecimiento al Universo por hacerme sentir tan intenso amor por la vida, por mi familia y amigos, tanto amor por mi profesión, que es mi misión de vida, tantísimo amor por los oyentes, los lectores, alumnos, consultantes, seguidores y demás seres que me aportan desde su sabiduría y sus dones, ese continuo aprendizaje que embellece cada uno de mis días.
¿Pero…por qué tanto amor? Quizá sea porque mi alma eligió nacer en una familia donde las mujeres eran amorosas, contenedoras, intuitivas, sensibles e inspiradoras.
Por ese motivo, cada mañana y cada noche que medito, siento en mí la presencia de mi abuela paterna, Josefa. Ella, cuando yo tenía apenas 6 años de edad, me enseñó la meditación como un juego de niños.
Mi abuela se sentaba todas las tardes a mi lado, frente a su amado jardín de begonias, jazmines y lavanda y me hacía contemplar en silencio cada planta, cada tallo, cada hoja, para luego pedirme que cerrara mis ojos y visualizara todas esas imágenes dentro de mí. Entonces, después de transcurrido un tiempo determinado, me pedía que abriera nuevamente los ojos y que le contara todos los detalles que había guardado en mi interior.
Ella me decía: “Roberto, este jardín, este limonero, todo lo que ves, está dentro tuyo. Algún día, cuando seas más grande, te vas a acordar de que estás unido a todo, que nada te separa de nada”. Y después me acariciaba la mejilla…y reía. ¡Qué mujer!
Pero fue mi madre Alicia, la que me enseñó que Amor se escribe con mayúsculas.
Ambas, desde que partieron, continuaron resonando en mi interior e iluminando mi camino.
Nací en Amor, crecí en Amor y en Amor vivo, conscientemente, cada instante de mi vida.
Y como todo lo que compartimos con los demás el universo nos lo multiplica, quiero compartir contigo a través de mis cursos, servicios y consultorías, aquellas vivencias que desde el amor la vida me fue enseñando a través de mis seis décadas de experiencia. En ellas, bendigo y agradezco a cada una de mis relaciones de pareja por enseñarme, como espejos de sabiduría, los luminosos procesos de sanación y perdón que surgen desde el Amor incondicional.
Desde estas vivencias te propongo capacitarte para que aprendas a crear Abundancia y alcances la Paz Interior, logrando manifestar en tu vida la relación de pareja que te mereces, y sigas apostando siempre al Amor.